Manchester, UK, 1955
Profundamente impregnado de referencias a la historia del arte occidental, el lenguaje pictórico de David Rhodes se ciñe a ciertos elementos técnicos que el artista repite en cada obra que realiza. LÃneas verticales de diferentes anchuras realizadas usando cinta adhesiva que, al ser retirada tras haberse aplicado la pintura con una brocha, revelan los matices de la superficie de la tela. La limitación al blanco y negro responde a la voluntad de concentrarse en el proceso pictórico sin la distracción del color asà como a una determinada postura respecto a la economÃa visual y la emoción.
Sólo mediante la citada repetición, puede el ojo abandonar la mirada rápida que despierta la novedad y afinar en la percepción del detalle. Es entonces cuando comienzan a aprehenderse las diferencias rÃtmicas, espaciales, formales, emocionales... entre las pinturas de Rhodes. Precisamente, la transparencia, la repetición y la honestidad en la técnica de las obras de Rhodes no tratan de reducir la complejidad sino más bien de intensificarla.
Tiene pinturas en diversas colecciones como:
The Museum of Fine Arts Houston, The Huntington Museum, Los Angeles, The Victoria & Albert Museum,
London, The Bohuslans Museum, Uddevalla y CCA Andratx, Mallorca.